A medida que cambian las estaciones y aumentan las temperaturas, muchas personas descubren que su apetito disminuye. Si bien inicialmente esto puede parecer una forma fácil de hacer dieta, podría dañar su salud si la falta de apetito persiste. Esto es especialmente cierto para los niños pequeños y los ancianos, que deben tener especialmente en cuenta sus hábitos alimentarios durante los meses de verano.
Pérdida de apetito en climas cálidos

¿Por qué nuestro apetito disminuye cuando hace más calor? El clima cálido desencadena la liberación de hormonas del estrés que suprimen nuestro apetito. Estas hormonas también pueden reducir nuestra capacidad digestiva y ralentizar nuestra producción de enzimas digestivas. Cuando comemos cuando hace calor, nuestro cuerpo produce calor de forma natural. Para minimizar esto, nuestro cuerpo libera una hormona llamada leptina, lo que resulta en una supresión del apetito y una disminución del deseo de comer.
El desequilibrio del sistema nervioso autónomo es otro factor

La diferencia entre las temperaturas interior y exterior también puede provocar una disminución del apetito en verano. El equilibrio de nuestro sistema nervioso autónomo puede verse alterado cuando hace calor afuera pero hace frío adentro debido al aire acondicionado. Para adaptarse al entorno externo, nuestro sistema nervioso simpático se activa. Cuando esto sucede, el sistema nervioso parasimpático, que participa en la digestión, queda suprimido. Esto conduce a una disminución de la función estomacal e intestinal, una mala digestión y una reducción natural del impulso de comer.
La diferencia con la anorexia
La pérdida de apetito debida al calor se recupera naturalmente con el tiempo. Sin embargo, la anorexia nerviosa, un tipo de trastorno alimentario caracterizado por la inanición, es un asunto diferente. Esta afección puede provocar pérdida de peso y, en casos graves, puede provocar la muerte por desnutrición. Las personas con anorexia a menudo niegan los riesgos para su salud física y, por lo general, rechazan la ayuda de los demás.
Si la pérdida de apetito persiste durante más de dos semanas
Si la pérdida de apetito por el calor persiste durante más de dos semanas o tu peso disminuye, podría indicar un problema de salud. La pérdida prolongada de apetito puede debilitar el sistema inmunológico, aumentando el riesgo de infecciones como gastroenteritis o intoxicación alimentaria. Esto es especialmente cierto en el caso de las personas mayores, ya que su sentido del olfato, su capacidad para regular la temperatura corporal y su resistencia a la deshidratación pueden disminuir, lo que provoca estos síntomas con mayor frecuencia.
Aumente el apetito comiendo poco y con frecuencia

Cuando tu apetito es bajo, debes aumentar gradualmente el consumo de alimentos y tratar de comer con más frecuencia para estimular tu apetito. Es mejor evitar los alimentos ricos en carbohidratos y grasas, ya que pueden ralentizar el metabolismo. En su lugar, aumente la ingesta de alimentos ricos en proteínas como pollo o pescado. Consumir verduras y frutas ricas en vitaminas y minerales también puede resultar beneficioso.
Las bebidas ácidas pueden ayudar
Incluso cuando no tienes hambre, es fundamental prestar atención a la ingesta de nutrientes. Cuando no tienes apetito, beber bebidas ácidas como Schisandra o Plum puede ayudarte a recuperar el apetito. Estas bebidas ácidas estimulan la secreción de saliva y jugo gástrico, mejorando así la digestión.
No te quedes en casa sólo porque hace calor
Si estás atrapado en casa porque hace calor afuera, acumular energía puede suprimir aún más tu apetito. El ejercicio es una excelente manera de utilizar la energía y recuperar el apetito. Si hace demasiado calor afuera, considere hacer ejercicio ligero en el interior. Hacer ejercicio al aire libre es mejor cuando el sol no está en su punto más fuerte.
Evite grandes diferencias de temperatura
En lugar de hacer funcionar el aire acondicionado porque hace calor, debes ajustar la temperatura para que la diferencia entre la temperatura interior y exterior no supere los 5 ℃ (41 ℉). Puede haber situaciones en las que no puedas ajustar el aire acondicionado, por lo que puede resultar útil llevar ropa de manga larga como medida de precaución. Beber mucha agua tibia también puede ayudar a regular la temperatura corporal y mejorar la función gastrointestinal.
La hidratación adecuada es importante

Una hidratación adecuada puede estimular el apetito y mejorar la digestión. El agua apoya la actividad de las enzimas digestivas necesarias durante la digestión y ayuda en la absorción eficiente de los alimentos digeridos. Se recomienda beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día. Si tu ingesta de alimentos disminuye debido a la pérdida de apetito, puedes estimular tu apetito asegurando una digestión adecuada y manteniendo un proceso suave a través de la hidratación.
Establezca horarios e intervalos regulares para las comidas
Establecer horarios e intervalos regulares de comida es beneficioso para mantener un apetito constante. Mantener un patrón regular puede ayudarle a evitar perder el apetito y permitirle disfrutar de comidas saludables y deliciosas. El desayuno, en particular, es fundamental ya que aporta energía y estimula el metabolismo, así que no te lo saltes. Mantener tres comidas al día, desayuno, almuerzo y cena, es ideal, incluyendo snacks entre horas. Si esto le resulta difícil por la pérdida de apetito, intente mantener las tres comidas principales.
Artículo relacionado
- Por qué la salud mental debe tomarse en serio
- Por qué deberías untarte con aceite de coco
- Por qué la playa es buena para la salud mental
- ¿Pensar en morir aumenta el riesgo de muerte?
- No todo el mundo necesita terapia
- Perdí 100 libras cuando me convertí en papá.
- Por qué mantuve en secreto mi diagnóstico de cáncer
- ¿Por qué mi peso fluctúa tanto?
- ¿Qué es el calor espinoso (Miliaria rubra)?
- ¿Qué es el fluoruro y es seguro?