La depresión es una enfermedad con diversas causas y manifestaciones. Cuando aparece, la depresión puede hacer que la vida cotidiana parezca insoportable e incluso imposible. Si bien existen muchos tratamientos eficaces para la depresión, como estrategia de prevención primaria de la depresión, el ejercicio ha demostrado ser muy eficaz. Este artículo describe nueve formas en que el ejercicio ayuda a prevenir la depresión.
1. Te ayuda a dormir mejor
Dormir bien por la noche es vital para su salud y bienestar general, pero no todas las personas pueden dormir las siete a nueve horas recomendadas cada noche. Si tiene problemas para conciliar el sueño o se despierta sintiéndose agotado, el ejercicio puede ser justo lo que necesita para ayudarle a descansar bien por la noche.
¿Cómo ayuda el ejercicio a promover un mejor sueño? Se ha demostrado que el ejercicio aumenta la cantidad de sueño profundo que se obtiene cada noche, que es el tipo de sueño reparador más beneficioso. El sueño profundo ayuda al cerebro a procesar información, liberar sustancias químicas que regulan el estado de ánimo y las emociones y reparar los tejidos.
El ejercicio también ayuda a reducir los niveles de estrés al aumentar el flujo sanguíneo y estimular las endorfinas, las sustancias químicas del cerebro que nos hacen sentir felices. También se ha demostrado que las personas que hacen ejercicio con regularidad tienden a tener menos noches inquietas que aquellas que no tienen rutinas de ejercicio regulares.
2. Mejora tu concentración y enfoque
Los estudios han demostrado que el ejercicio regular puede aumentar su capacidad para concentrarse y concentrarse al aumentar el flujo sanguíneo y los niveles de oxígeno del cerebro, lo que lo ayuda a mantenerse alerta. También reduce el estrés, que puede ser una distracción importante que desencadena pensamientos negativos que pueden provocar depresión.
El ejercicio cardiovascular de alta intensidad, como correr o andar en bicicleta, es el ejercicio más eficaz para mejorar la concentración y la atención. Este tipo de ejercicio estimula la liberación de endorfinas, sustancias químicas del cerebro que te hacen sentir bien y te ayudan a relajarte.
También puedes probar el yoga u otros ejercicios de bajo impacto como nadar o caminar si no quieres forzar demasiado tus articulaciones o músculos. Es posible que los ejercicios de bajo impacto no le brinden los mismos beneficios mentales que los ejercicios cardiovasculares de alta intensidad, ¡pero aún así ayudan a reducir los niveles de estrés y mejorar la salud en general!
3. Aumenta tu autoestima
El ejercicio también tiene un gran impacto en la autoestima. Cuando haces ejercicio regularmente, comenzarás a ver resultados en tu cuerpo, lo que te hará sentir mejor contigo mismo. El truco consiste en encontrar formas de ejercicio que disfrute y que desee realizar a largo plazo.
Aunque es probable que veas algunos resultados rápidos, el ejercicio regular eventualmente te lleva a una meseta, pero no querrás perder todo tu progreso. Por lo tanto, si encuentra un ejercicio que le guste, conservará el placer y la confianza de saber que ha hecho algo bueno por sí mismo.
4. Mantiene tu cerebro joven y saludable.
Si bien es cierto que el envejecimiento afecta a todos los órganos del cuerpo, uno de los cambios más notorios se produce en el cerebro. A medida que envejecemos, nuestro cerebro se encoge y pierde neuronas, lo que provoca pérdida de memoria, confusión y enfermedades.
Sin embargo, se ha demostrado que el ejercicio ayuda a prevenir estos efectos. Investigadores de la Universidad de Pittsburgh descubrieron que las personas mayores que hacían ejercicio con regularidad tenían un mayor volumen en el hipocampo (la parte del cerebro involucrada en el almacenamiento y la recuperación de la memoria) que sus pares sedentarios. Un estudio publicado en JAMA Psychiatry encontró que caminar solo tres veces por semana estaba relacionado con una mejor función cognitiva entre los adultos mayores con deterioro cognitivo leve (DCL).
5. Reduce el estrés y la ansiedad.
El ejercicio puede ayudarle a desahogarse. ¿Quién no necesita una forma de reducir el estrés y la ansiedad, especialmente si tiene una agenda ocupada? Lo más importante que debes recordar es que debes empezar poco a poco, haciendo ejercicio regularmente durante al menos 15 minutos al día.
Para empezar, intenta caminar o nadar. Estas actividades son de bajo impacto y fáciles de realizar en casa o en el gimnasio. Ayudarán a aclimatar su cuerpo a la actividad física y sentarán las bases para la prevención de lesiones a medida que aumenta la intensidad. Si caminar es demasiado aburrido, considere inscribirse en un gimnasio para tener más opciones de equipos de ejercicio y potencialmente programas de entrenamiento personal.
Si te gusta el ejercicio, añade algo de entrenamiento de fuerza levantando pesas o haciendo sentadillas con pesas libres en casa o en el gimnasio. ¡Esto ayudará a desarrollar masa muscular, permitiendo que su cuerpo queme grasa de manera más eficiente, haciendo que sea más fácil para su cuerpo perder peso con el tiempo y aumentar sus niveles de energía!
6. Desarrolla resiliencia para afrontar los factores estresantes de la vida
Un estudio reciente publicado en Frontiers in Psychology muestra que la actividad física regular puede ayudar a desarrollar la resiliencia para afrontar los factores estresantes. Los investigadores descubrieron que las personas que realizaban actividad física con regularidad eran más capaces de afrontar situaciones estresantes que aquellas que no hacían ejercicio con regularidad. También descubrieron que este efecto era más sustancial entre las personas que tenían antecedentes de ansiedad o depresión que aquellas sin dichos antecedentes.
Si bien este estudio no muestra una relación causal entre el ejercicio y la resiliencia, sí sugiere una asociación entre ellos. Proporciona una idea de cómo podría funcionar este proceso. También destaca un área donde se deben realizar más investigaciones para que podamos comprender mejor cómo responden nuestros cuerpos a los factores estresantes y cómo podemos aprender a manejar esas respuestas de manera efectiva.
7. Aumenta tu sensación de bienestar
El ejercicio es la mejor medicina para la mente y el cuerpo. Puede mejorar nuestro estado de ánimo, reducir el estrés y hacernos sentir más felices. También puede promover una sensación de bienestar.
El ejercicio también mejora nuestro bienestar al aumentar la producción de endorfinas, neurotransmisores que ayudan a sentirnos bien. El ejercicio también ayuda a reducir los niveles de cortisol, que es una hormona del estrés que puede provocar depresión, ansiedad y grasa abdominal no deseada.
8. Le ayuda a perder peso... ¡y a no recuperarlo!
El ejercicio puede ser la mejor manera de perder peso. También es una excelente manera de ayudar a prevenir o controlar la diabetes y la presión arterial alta, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, mejorar el estado de ánimo y reducir el estrés. Y si tiene depresión, el ejercicio es uno de los tratamientos de bajo costo más eficaces disponibles.
El ejercicio le ayuda a perder peso al aumentar su metabolismo, que es la forma en que su cuerpo quema calorías. Cuanto más intenso sea tu entrenamiento, mayor será tu metabolismo después de hacer ejercicio.
9. Promueve un sistema inmunológico más fuerte
El ejercicio es una herramienta poderosa para mejorar la salud física y mental, pero también afecta positivamente al sistema inmunológico. Los estudios han demostrado que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de desarrollar 13 tipos diferentes de cáncer.
Esto también aumenta la producción de citocinas, que son proteínas que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. Estas citocinas también desempeñan un papel en la regulación de la inflamación en todo el cuerpo. Las personas que hacen ejercicio con regularidad tienden a tener sistemas inmunológicos más fuertes que aquellas que no realizan suficiente actividad física con regularidad, incluso cuando están expuestas a patógenos como virus o bacterias.
Fortalecer literalmente sus defensas contra la depresión
El ejercicio es sólo una parte de un conjunto más amplio de hábitos para una buena salud mental, pero puede marcar la diferencia. De hecho, en medio de un episodio depresivo, cualquier actividad física ayudará a salir de él. Pero el ejercicio regular puede hacer mucho más. Puede ayudar a prevenir la depresión y fortalecer su cuerpo para disminuir el riesgo de desarrollar diversas enfermedades.
Aunque puede ser lo menos atractivo, actuar y mover el cuerpo, incluso simplemente practicando la respiración profunda o caminando, podría ser la chispa que conduzca a mejores sentimientos y días más brillantes.
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