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25 ajustes necesarios en la vida que debes dejar de hacer después de cumplir 60 años

Llegar a los 60 años marca un cambio fundamental en el estilo de vida, las prioridades y la gestión de la salud para muchos adultos. Este hito fomenta una reevaluación de los hábitos diarios que tal vez ya no sean lo mejor para uno, alineando las acciones más estrechamente con la longevidad y el bienestar.

Los expertos coinciden en que se deben abandonar determinadas conductas para preservar la calidad de vida y mejorar el bienestar. Desde cambios en la dieta hasta interacciones sociales, estos ajustes son esenciales para mantener la vitalidad en los últimos años.

Ignorar los chequeos regulares

Después de los 60, saltarse los controles médicos periódicos puede provocar problemas de salud no detectados. Estas citas son cruciales para detectar los problemas a tiempo, cuando son más tratables. Las estadísticas muestran que la atención sanitaria preventiva reduce significativamente los factores de riesgo asociados con el envejecimiento.

Comer alimentos procesados

Los alimentos procesados son un riesgo para la salud a cualquier edad, pero plantean peligros particulares a medida que el metabolismo se ralentiza. A menudo tienen un alto contenido de sodio y grasas, lo que exacerba los posibles problemas cardíacos y de presión arterial. Cambiar a alimentos integrales y ricos en nutrientes puede mejorar drásticamente los resultados de salud.

Descuidar la salud mental

La salud mental suele recibir menos atención que la salud física, pero es igualmente importante. Las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir depresión y ansiedad, que no son partes normales del envejecimiento. Los controles periódicos de salud mental pueden mejorar el bienestar general y la calidad de vida.

Con vistas al cuidado dental

La salud bucal es una parte vital de la salud general, que puede deteriorarse si se descuida. Los problemas dentales pueden provocar déficits nutricionales si dificultan la alimentación. Las visitas regulares al dentista pueden prevenir una serie de problemas, desde enfermedades de las encías hasta problemas cardíacos relacionados con la salud bucal.

Permanecer al sol sin protección

La exposición al sol sin protección se vuelve aún más riesgosa a partir de los 60 años, ya que disminuye la capacidad de la piel para repararse a sí misma. Las tasas de cáncer de piel son más altas en los adultos mayores, por lo que es esencial utilizar protector solar y ropa protectora. Además, el daño solar acelera el envejecimiento de la piel y puede empeorar condiciones preexistentes.

Evitar el ejercicio

Muchos adultos mayores reducen su actividad física debido a los niveles de energía o al miedo a lesionarse. Sin embargo, el ejercicio regular ayuda a prevenir enfermedades, controlar el estrés y aumentar la longevidad. Incluso actividades ligeras como caminar o nadar pueden tener importantes beneficios para la salud.

Malos hábitos de sueño

Despreciar la importancia del sueño afecta tanto a las funciones cognitivas como a la salud física. Dado que los patrones de sueño cambian con la edad, mantener un horario de sueño regular se vuelve crucial. La falta de sueño puede exacerbar las enfermedades crónicas y perjudicar la recuperación.

Malos hábitos de sueño
Malos hábitos de sueño. fizkes/Shutterstock

De fumar

Seguir fumando después de los 60 años aumenta drásticamente los riesgos para la salud y complica las condiciones existentes. Fumar está relacionado con una variedad de problemas de salud graves, que incluyen enfermedades pulmonares, enfermedades cardíacas y varios tipos de cáncer. Dejar de fumar puede prolongar significativamente la esperanza de vida y mejorar la calidad de vida.

Aislarse socialmente

El aislamiento social puede provocar un deterioro significativo de la salud física y mental. Involucrarse con una comunidad, ya sea a través de pasatiempos, clases o voluntariado, puede mejorar la salud emocional y cognitiva. Los estudios demuestran que una vida social activa puede reducir el riesgo de mortalidad hasta en un 50%.

Consumo excesivo de alcohol

Los riesgos asociados con el consumo excesivo de alcohol aumentan significativamente a medida que el cuerpo envejece. El alcohol puede interactuar peligrosamente con los medicamentos, que es más probable que se receten en personas de edad avanzada. Se recomienda un consumo moderado o abstenerse por completo para gestionar eficazmente los riesgos para la salud.

Saltarse el protector solar

Descuidar el uso diario de protector solar puede provocar un mayor riesgo de cáncer de piel y acelerar el envejecimiento de la piel. La capa protectora de ozono se ha adelgazado, lo que hace que el daño solar sea más grave ahora que en el pasado. Los dermatólogos destacan la importancia del protector solar como hábito diario, independientemente de las condiciones climáticas.

Saltarse el protector solar
Saltarse el protector solar. Nueva África/Shutterstock

Usar calzado inadecuado

Los zapatos cómodos y con apoyo son fundamentales para mantener el equilibrio y prevenir caídas. Muchas personas mayores experimentan problemas en los pies debido a que llevan toda una vida usando zapatos que no les quedan bien. Los zapatos ortopédicos pueden mejorar la postura, la movilidad y la calidad de vida en general.

No actualizar documentos legales

No actualizar testamentos, poderes y directivas médicas puede generar situaciones legales complicadas. A medida que las circunstancias cambian, estos documentos deben reflejar los deseos y acuerdos actuales. Las actualizaciones periódicas garantizan que los asuntos personales estén en orden, lo que brinda tranquilidad.

Ignorando la tecnología

Evitar la tecnología puede conducir al aislamiento social y a una menor independencia. Aprender a utilizar la tecnología puede mejorar las conexiones con familiares y amigos, gestionar la atención médica y acceder a la información. Muchas comunidades ofrecen clases diseñadas específicamente para que las personas mayores se sientan cómodas con la tecnología.

Renunciar al seguro de viaje

Viajar se vuelve más riesgoso a medida que aumentan las probabilidades de problemas de salud. El seguro de viaje puede proporcionar una cobertura crítica para emergencias de salud y cancelaciones de viajes. Garantizar una cobertura adecuada cuando se viaja es fundamental para evitar gastos potencialmente desastrosos.

Aferrándose al desorden

La acumulación de desorden puede crear riesgos para la seguridad y contribuir al estrés. Reducir el tamaño de las posesiones puede simplificar la limpieza, aumentar la seguridad y reducir los niveles generales de estrés. Muchos descubren que un espacio ordenado conduce a una mente más clara y a una reducción de la ansiedad.

Mantener recetas antiguas

Conservar recetas antiguas puede ser peligroso, ya que los medicamentos pueden volverse ineficaces o dañinos después de su fecha de vencimiento. La eliminación adecuada de los medicamentos previene tanto riesgos potenciales para la salud como daños ambientales. Los farmacéuticos pueden brindar orientación sobre cómo deshacerse de manera segura de los medicamentos viejos.

Malas relaciones duraderas

Mantener relaciones tóxicas puede tener graves repercusiones en la salud física y emocional. Es esencial rodearse de personas positivas y solidarias. Las relaciones saludables son clave para mantener el bienestar emocional y mental.

Malas relaciones duraderas
Malas relaciones duraderas. PeopleImages.com-Yuri-A/Shutterstock

Extender demasiado las finanzas

La sobreextensión financiera puede generar estrés significativo y opciones limitadas en años posteriores. Es crucial crear un presupuesto sostenible que tenga en cuenta los ingresos fijos y los posibles costos de salud. Los asesores financieros suelen recomendar planificar una vida útil más larga de lo esperado para garantizar la estabilidad financiera.

Extender demasiado las finanzas
Extender demasiado las finanzas. fotos cinco Shutterstock

Ignorar los cambios en la piel

Los cambios en la piel pueden ser indicadores de problemas de salud como cánceres o desequilibrios hormonales. Los controles periódicos con un dermatólogo son cruciales ya que pueden aparecer nuevas manchas o lunares a cualquier edad. La detección temprana de afecciones de la piel puede conducir a tratamientos más eficaces.

Aceptar una mala audición

La pérdida auditiva no tratada puede aislar a las personas y disminuir su calidad de vida. Los audífonos y otros dispositivos de asistencia son más avanzados y discretos que nunca. Las pruebas de audición periódicas deben formar parte de los controles de salud anuales.

Quedarse en casa

La falta de luz solar puede provocar una deficiencia de vitamina D, lo que afecta la salud ósea y la función inmune. Se ha demostrado que el aire fresco y la luz natural mejoran el estado de ánimo y la salud. Las personas mayores deben intentar pasar tiempo al aire libre todos los días, si el clima lo permite.

Beber agua insuficiente

La deshidratación es un problema común entre los adultos mayores, ya que la sensación de sed disminuye con la edad. Una hidratación adecuada es esencial para la función renal y para prevenir infecciones del tracto urinario. Los nutricionistas recomiendan beber al menos ocho vasos de agua al día para mantener una salud óptima.

Ignorar la salud de la visión

La visión tiende a deteriorarse con la edad, lo que hace que los exámenes oculares periódicos sean más importantes. Las enfermedades oculares como el glaucoma y la degeneración macular son más frecuentes en las personas mayores. Un examen de la vista anual puede ayudar a detectar estas afecciones a tiempo, cuando son más tratables.

Vivir sin un plan

Sin un plan, la jubilación puede parecer inútil e insatisfactoria. Establecer metas, ya sea para viajes, pasatiempos o trabajo voluntario, puede brindar dirección y un sentido de propósito. La planificación tanto a corto como a largo plazo puede hacer que los años de jubilación sean más agradables y significativos.