Los riñones filtran los desechos y equilibran los líquidos del cuerpo. Apoyar la salud de los riñones es crucial para mantener el bienestar general y los suplementos pueden ayudar. Al proporcionar nutrientes esenciales, algunos suplementos pueden mejorar la función renal y reducir el riesgo de deficiencias nutricionales.
Esto puede ser especialmente cierto para las personas con enfermedad renal, que a menudo experimentan deficiencias de nutrientes debido a la función renal reducida, restricciones dietéticas y los efectos de los medicamentos. Las deficiencias comunes entre las personas con problemas renales incluyen vitamina D, hierro, calcio y vitamina B. Abordar estas deficiencias a través de suplementos puede ayudar a respaldar la función renal y la salud en general.
Comprender los beneficios (y los riesgos) del uso de suplementos para la salud renal es clave para tomar decisiones informadas. Esto es lo que debe saber sobre los suplementos que podrían ser mejores para apoyar sus riñones.
Vitamina D
La vitamina D es crucial para mantener la salud ósea y reducir la inflamación. Para las personas con enfermedad renal, la deficiencia de vitamina D es común debido a la capacidad reducida de los riñones para convertir la vitamina en su forma activa. La suplementación con vitamina D puede ayudar a controlar los trastornos óseos y prevenir complicaciones cardiovasculares.
Hierro
El hierro es vital para producir glóbulos rojos y prevenir la anemia, un problema común en personas con enfermedad renal en la que no hay suficientes glóbulos rojos para transportar oxígeno desde los pulmones al resto del cuerpo. La suplementación con hierro puede ayudar a aliviar síntomas como:
- Fatiga
- Debilidad
- Palidez
- Depresión
- Mareos o aturdimiento
Los suplementos de hierro suelen venir en forma de pastilla. Sin embargo, a algunas personas se les puede inyectar el hierro en una vena. Esto incluye a las personas que reciben diálisis, un tratamiento que filtra los desechos y el agua de la sangre si sus riñones ya no pueden hacerlo. En este caso, se introduce una dosis de hierro en la sangre durante el procedimiento. Su proveedor puede determinar qué método de entrega es mejor.
Calcio
El calcio es esencial para la salud ósea y el funcionamiento adecuado de los músculos. Las personas con enfermedad renal pueden necesitar suplementos de calcio para prevenir la pérdida ósea y mantener la salud del corazón. Sin embargo, el exceso de calcio puede provocar calcificación vascular (cuando el calcio se acumula en los vasos sanguíneos), por lo que es importante equilibrar la ingesta de calcio.
Vitaminas B
Las vitaminas B, particularmente B6, B12 y ácido fólico, desempeñan un papel en la producción de energía. No consumir suficientes vitaminas puede provocar anemia.
La enfermedad renal puede provocar deficiencias de vitamina B debido a la función renal deteriorada y las restricciones dietéticas. Complementar con vitamina B puede ayudar a prevenir las deficiencias y la anemia que pueden causar.
Ácidos grasos omega-3
Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de grasa saludable con propiedades antiinflamatorias. Como tal, los ácidos grasos omega-3 pueden beneficiar muchas funciones y órganos corporales, incluidos los riñones. Las grasas pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedad renal crónica y reducir la progresión de la enfermedad renal.
También apoyan la salud del corazón, lo cual es particularmente importante para las personas con la función renal comprometida.
Magnesio
El magnesio es crucial para la función muscular y nerviosa y la salud cardiovascular. Debido a las restricciones dietéticas y las interacciones entre medicamentos, la deficiencia de magnesio es común en personas con enfermedad renal. Eso significa que complementar con magnesio puede ayudarlo a prevenir la deficiencia de minerales.
Los niveles más bajos de magnesio se han relacionado con una progresión hacia la enfermedad renal terminal, que es la última etapa de la enfermedad renal cuando los órganos ya no pueden realizar sus funciones. Por lo tanto, asegurarse de que sus niveles de magnesio sean normales mediante la suplementación puede potencialmente prevenir o retrasar la progresión de la enfermedad.
Incluso las personas sin enfermedad renal pueden beneficiarse de la suplementación con magnesio. Los niveles más bajos de magnesio se asocian con un mayor riesgo de enfermedad renal crónica, por lo que tomar la cantidad adecuada de magnesio puede ayudar a evitar el desarrollo de enfermedad renal.
Probióticos
Los probióticos, las bacterias beneficiosas que residen en el intestino, desempeñan un papel importante en el apoyo a la salud de los riñones. Ayudan a mantener un microbioma intestinal equilibrado, que es crucial para la salud general y la función inmune. Para las personas con enfermedad renal, los probióticos pueden resultar especialmente beneficiosos. Ayudan a reducir las toxinas urémicas, que son sustancias que se acumulan en la sangre cuando los riñones no funcionan correctamente.
Además, los probióticos pueden ayudar a reducir la inflamación y el estrés oxidativo (el desequilibrio de los radicales libres y los antioxidantes en el cuerpo), que son problemas comunes en la enfermedad renal crónica.
Vitamina C
La vitamina C es un poderoso antioxidante que apoya la función inmune, la producción de colágeno y la reparación de tejidos. Para la salud renal, las propiedades antioxidantes de la vitamina son particularmente valiosas, ya que ayudan a neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo, un factor que contribuye al daño renal.
Solo asegúrese de consultar con su proveedor de atención médica sobre la cantidad de suplemento que debe tomar. Si bien la suplementación moderada puede ser beneficiosa, las dosis altas de vitamina C pueden provocar una acumulación de oxalato (una sustancia natural en muchos alimentos) que puede causar cálculos renales. Entre las personas con enfermedad renal, la acumulación de oxalato también puede provocar depósitos de oxalato en huesos y tejidos blandos, causando dolor y otras complicaciones con el tiempo.
Suplementos a evitar
Si tienes una enfermedad renal, es importante tener cuidado con ciertas vitaminas y minerales, ya que pueden acumularse en el cuerpo y causar daño. Específicamente, las vitaminas A, E y K son solubles en grasa y es más probable que se acumulen, lo que podría provocar problemas de salud graves como mareos, náuseas e incluso la muerte si se toman en exceso. Estas vitaminas sólo deben tomarse bajo la supervisión de su médico.
Probablemente también deberías evitar los suplementos a base de hierbas si tienes una enfermedad renal. Los suplementos a base de hierbas son suplementos que contienen una o más hierbas. Los suplementos a base de hierbas populares incluyen la cúrcuma, la artemisa y la onagra. Existe información limitada sobre la eficacia de muchos suplementos a base de hierbas, específicamente para personas con enfermedad renal.
Algunos suplementos a base de hierbas contienen minerales como potasio y fósforo que las personas con enfermedad renal pueden necesitar limitar.
Incluso aquellos sin enfermedad renal deben usar suplementos a base de hierbas con precaución, ya que algunos productos contienen ácido aristolóquico, un tipo de ácido que se encuentra en las plantas, que es perjudicial para los riñones.
Precauciones y consideraciones
Los riñones desempeñan un papel vital en el filtrado y metabolización de sustancias del cuerpo, por lo que es fundamental elegir sabiamente los suplementos y utilizarlos correctamente.
Antes de comenzar con cualquier suplemento nuevo, es esencial hablar con un proveedor de atención médica. Pueden brindarle asesoramiento personalizado según su estado de salud, función renal y cualquier medicamento que esté tomando.
Cuando busque un suplemento, querrá elegir uno de alta calidad. La Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU. no regula los suplementos. Para asegurarse de que el suplemento que compre haya sido fabricado correctamente y no contenga contaminantes, busque un producto cuya pureza y potencia hayan sido probadas por terceros. Es posible que vea una etiqueta de una organización como ConsumerLab.com, NSF International o US Pharmacopeia.
Si no toma suplementos como le indicó su proveedor de atención médica, puede haber consecuencias. Los posibles impactos de los suplementos en la salud renal incluyen:
- Aumento de la carga de trabajo de los riñones: los suplementos, especialmente en dosis altas, pueden obligar a los riñones a trabajar más. Esta tensión adicional puede exacerbar las afecciones renales existentes o contribuir al desarrollo de nuevos problemas.
- Riesgo de toxicidad: algunos suplementos contienen ingredientes que pueden ser tóxicos para los riñones en grandes cantidades o con un uso prolongado.
- Potencial de interacciones: los suplementos pueden interactuar con los medicamentos utilizados para controlar la enfermedad renal, lo que lleva a una eficacia reducida o un aumento de los efectos secundarios.
Otras formas de mejorar la salud renal
Si bien los suplementos pueden desempeñar un papel en el apoyo a la salud renal, existen muchas otras estrategias que puede adoptar para mejorar la función renal y el bienestar general. A continuación se presentan algunos enfoques clave para mantener y mejorar la salud renal:
- Mantenga una dieta equilibrada: Una dieta nutritiva es fundamental para la salud renal. Esto puede incluir comer una variedad de verduras coloridas y cereales integrales.
- Controle la presión arterial: la presión arterial alta (hipertensión) es una de las principales causas de enfermedad renal. Proteja sus riñones manteniendo su presión arterial dentro de un rango saludable (normalmente por debajo de 120/80 mm Hg). El ejercicio regular, una dieta baja en sodio y los medicamentos recetados pueden ayudar.
- Controle los niveles de azúcar en sangre: la diabetes es otra de las principales causas de enfermedad renal. Mantener el nivel de azúcar en sangre dentro de un rango normal puede ayudarlo a prevenir o controlar la diabetes. Siga las recomendaciones de su médico sobre dieta, ejercicio y medicamentos para mantener el nivel de azúcar en sangre bajo control.
- Haga ejercicio con regularidad: la actividad física regular respalda la salud general y puede ayudar a controlar el peso, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre. Intente realizar al menos 30 minutos de ejercicio moderado, como caminar, andar en bicicleta o nadar, la mayoría de los días de la semana.
- Evite fumar y limite el alcohol: fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden dañar los riñones y exacerbar los problemas renales existentes. Dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol puede reducir significativamente el riesgo de enfermedad renal.
- Manténgase al día con los exámenes de salud periódicos: los chequeos periódicos con su proveedor de atención médica pueden ayudar a detectar problemas renales en forma temprana. Por ejemplo, los análisis de sangre y orina pueden evaluar la función renal.
- Tome todos los medicamentos según lo recetado: tenga cuidado con los medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE), como Advil (ibuprofeno), ya que pueden dañar los riñones si no se toman correctamente.
- Mantenga su peso óptimo: la obesidad puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedad renal. Mantener el peso que usted y su proveedor de atención médica discutieron puede reducir este riesgo y respaldar la función renal general.
- Controle el estrés: el estrés crónico puede afectar negativamente la presión arterial y la salud en general, incluida la función renal. Técnicas como la atención plena, la meditación, el yoga y los ejercicios de respiración profunda pueden ayudar a controlar el estrés de forma eficaz.
Una revisión rápida
Al proporcionar nutrientes esenciales, algunos suplementos pueden ayudar a mejorar la función renal y reducir el riesgo de deficiencias de vitaminas o minerales que corren mayor riesgo las personas con enfermedad renal. La vitamina D, el hierro, las vitaminas B y el magnesio son algunos suplementos que pueden ayudar a la salud de los riñones.
Sin embargo, es importante abordar la suplementación con precaución. Dado que los riñones son responsables de filtrar y excretar sustancias del cuerpo, el uso de suplementos conlleva riesgos potenciales, especialmente si se toman en cantidades excesivas o sin la orientación adecuada.
Si bien los suplementos pueden desempeñar un papel en el apoyo a la salud renal, son solo una parte de un enfoque integral. Mantener una dieta equilibrada, controlar la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre y hacer ejercicio con regularidad son otras formas de preservar la función renal.
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