La salud mental de los jóvenes ha empeorado significativamente durante la última década, pero nuevas intervenciones que enseñan conceptos de psicología positiva en la escuela pueden ayudar.
Los jóvenes estadounidenses reportan niveles históricamente altos de desesperanza, tristeza y soledad. Según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., más del 20% de los adolescentes han considerado seriamente el suicidio, y el suicidio es la segunda causa de muerte entre niños de 10 a 14 años.
Quizás incluso más alarmante que la prevalencia de los problemas de salud mental de los jóvenes sea la inaccesibilidad al apoyo de salud mental para los muchos niños que lo necesitan. Alrededor del 60% de los adolescentes deprimidos no reciben ningún tratamiento y alrededor de 950.000 niños no tienen seguro médico que cubra los servicios de salud mental.
Una solución es brindar atención de salud mental en las escuelas donde están los niños. Esto ya está sucediendo. Los consejeros escolares, psicólogos y trabajadores sociales brindan apoyo, enseñan estrategias de afrontamiento y trabajan con los cuidadores para ayudar a los estudiantes a superar los desafíos de salud mental. Esta atención vital es esencial, pero está claro que se necesita más ayuda.
Las investigaciones muestran que los estudiantes que tienen una actitud positiva respecto de sus vidas superan a otros estudiantes académica y emocionalmente. Quizás te preguntes: ¿se puede enseñar el pensamiento positivo?
Estudio intervenciones de psicología positiva en la escuela. Mis colegas han descubierto que los estudiantes a quienes se les han presentado ideas científicas sobre la felicidad se sienten más satisfechos con la vida, experimentan más emociones positivas que negativas y tienen menos problemas emocionales y de comportamiento.
ciencia de la felicidad
Los psicólogos comenzaron a estudiar la ciencia de la felicidad a finales de los años 1990. Antes de esa época, la mayoría de los investigadores en psicología estudiaban la miseria.
El psicólogo Martin Seligman fue uno de esos científicos y fue pionero en el concepto de "impotencia aprendida". Pero una conversación con su hija pequeña, en la que ella le preguntaba por qué no podía "dejar de ser tan cascarrabias", lo inspiró a empezar a estudiar qué es lo que hace feliz a la gente.
Los estudios iniciales fueron de naturaleza conceptual. Pero en poco tiempo, los investigadores comenzaron a identificar qué hace feliz a las personas, los beneficios de la felicidad y las intervenciones para mejorarla.
Los científicos identificaron tres predictores principales de la felicidad (la genética, las circunstancias de la vida y las actividades con propósito) y potencialmente otros, dependiendo de la cultura de cada uno. De los tres grandes, los dos primeros suelen estar fuera del control individual. Pero la ciencia ha demostrado que las personas pueden adoptar estrategias para sentirse más felices.
Lograr un estado de florecimiento (o sentirse bien y hacer el bien) es el objetivo de las intervenciones de psicología positiva. Puede evocar sentimientos positivos, aumentar el compromiso con la vida, fortalecer las relaciones positivas, mover a las personas hacia un propósito y ayudarlas a alcanzar metas significativas.
Psicología positiva en las escuelas
La psicología positiva ahora se enseña en algunas escuelas de todo el mundo, incluidos Estados Unidos, Australia, Dinamarca, Israel, Nueva Zelanda, China y Sudáfrica. La mayoría de las intervenciones educan a los estudiantes sobre conceptos de atención plena y psicología positiva, como gratitud, bondad, pensamiento optimista, utilización de las fortalezas del carácter y esperanza. La idea no es sólo enseñar a los estudiantes sobre psicología positiva como materia escolar, sino ayudarlos a practicar las habilidades que, según las investigaciones, los ayudarán a prosperar.
En los programas típicos, los estudiantes primero aprenden conceptos de psicología positiva y luego practican su uso en la vida real con la ayuda de adultos de confianza. Por ejemplo, los estudiantes discuten lo que significa la gratitud para ellos y luego practican escribir tres cosas por las que están agradecidos cada noche antes de acostarse con la ayuda de sus cuidadores. Después de una semana, los estudiantes discuten con adultos en la escuela cómo la práctica de la gratitud afectó su nivel de felicidad.
Una revisión de 2020 de 57 programas escolares de psicología positiva mostró que más de la mitad tuvieron resultados positivos, incluyendo menos estrés, menos depresión, menos ansiedad, menos problemas de comportamiento, mejor autoimagen, mayor satisfacción con la vida y un funcionamiento social más fuerte.
'Bonito por dentro'
Una intervención que actualmente está estudiando el Departamento de Educación de EE. UU. es una intervención de 10 semanas en grupos pequeños destinada a ayudar a los estudiantes de secundaria. Entreno a los proveedores de salud mental que implementan este programa.
Al igual que otros programas de este tipo, enseña a los jóvenes conceptos positivos, como gratitud, bondad, fortalezas de carácter, optimismo y esperanza. Los primeros hallazgos, presentados en la conferencia de la Asociación Nacional de Psicología Escolar de 2023, muestran que el programa está siendo bien recibido tanto por los estudiantes como por los proveedores.
Hemos descubierto que los estudiantes tienden a favorecer actividades que encajan con su cultura o valores. Por ejemplo, un estudiante compartió que realizar actos de bondad era su actividad favorita del programa porque le ayudaba a pasar más tiempo con la familia y las mascotas, las dos cosas más importantes de su vida. Otro estudiante dijo que poder compartir las estrategias con su madre los ayudó a ambos a sentirse más felices. Este estudiante también estaba orgulloso de poder ayudar a su familia.
También descubrimos que algunos estudiantes creían que el programa les ayudó a construir relaciones positivas con los demás. Un estudiante compartió: "Es muy divertido ver cómo reaccionan los demás cuando soy amable, como por ejemplo haciendo un cumplido", y que hacerlo les ayudó a sentirse "bien por dentro". Otro estudiante estuvo de acuerdo y dijo que hacer que los demás se sintieran bien los ayudaba a sentirse más felices.
La formación en psicología positiva es sólo una parte de la solución para mejorar la salud mental de los jóvenes. Los niños con problemas graves necesitan un tratamiento integral, que puede incluir asesoramiento y medicación sobre salud mental.
Aunque muchos factores importantes están fuera del control de una persona, todos tenemos espacio para crecer en felicidad. Mis colegas y yo esperamos que la enseñanza de psicología positiva en las escuelas se convierta en una práctica común en el futuro.
Esta historia se publicó originalmente en Medical Xpress. Suscríbase a nuestro boletín para recibir las últimas actualizaciones de noticias de ciencia y tecnología.Artículo relacionado
- Terapia de sonido: la música como medicina para mejorar la salud mental y el bienestar
- ¿Qué es la terapia de baile y movimiento (y puede realmente ayudar con la ansiedad y la depresión)?
- Las habilidades emocionales positivas combaten el agotamiento entre los trabajadores de la salud
- Los científicos dicen que los abuelos pueden tener un gran impacto en la salud mental de la madre
- Usar apps para practicar mindfulness mejora la salud mental de los niños
- Dónde la tecnología moderna puede ayudar (o dañar) la salud y el bienestar general
- 7 señales de advertencia de la enfermedad mano-pie-boca a las que los padres deben estar atentos
- Game On: uso de los juegos para mejorar su salud mental y su estado de ánimo
- Las 7 mejores plataformas de terapia en línea para una atención de salud mental accesible y de calidad
- Cinco consejos para la prevención del Alzheimer: ¿Podría la salud mental ser la pieza que falta?