"Neumonitis" es un término general para la inflamación pulmonar. Puede ser causada por la exposición a sustancias ambientales (alérgenos), ciertos medicamentos, radioterapia torácica o la inhalación de contenido ácido del estómago (aspiración).
La neumonía es una afección infecciosa causada por un germen que invade el tejido pulmonar y causa lesiones. Al igual que la neumonitis, la neumonía tiene diferentes causas: por ejemplo, neumonía viral, bacteriana o fúngica o neumonía por aspiración (una infección pulmonar bacteriana que se produce después de inhalar el contenido del estómago).
Este artículo revisará las diferencias entre neumonitis y neumonía, incluidas sus biologías subyacentes, complicaciones, factores de riesgo y tratamientos.
Inflamación en neumonitis versus neumonía
Existen varios tipos de neumonitis, según la sustancia que inhale o a la que esté expuesto. Si bien algunos expertos podrían considerar la neumonía como un tipo de neumonitis porque causa inflamación pulmonar, es fundamental comprender que la neumonía es un proceso infeccioso, mientras que la neumonitis no es infecciosa.
Síntomas de neumonitis versus neumonía
La neumonitis y la neumonía pueden causar síntomas y complicaciones agudas (repentinas y de corta duración) o crónicas (persistentes y de larga duración).
Síntomas agudos
Los síntomas de neumonitis aguda pueden incluir:
- Dificultad para respirar (disnea)
- Tos seca
- Fiebre y escalofríos
- Síntomas similares a los de la gripe, como dolores musculares y articulares y dolores de cabeza.
Los síntomas de la neumoníaaguda pueden consistir en:
- Dificultad para respirar
- Tos productiva (una que produce moco/flema verde o amarilla)
- Fiebre y/o escalofríos
- Frecuencia respiratoria y latidos cardíacos rápidos.
- Dolor torácico agudo al respirar profundamente (dolor torácico pleurítico)
Tenga en cuenta que es posible que los niños y los adultos mayores con neumonía no siempre presenten los síntomas anteriores. Los síntomas menos comunes, como diarrea, náuseas, escalofríos (rigores) o confusión, a veces son más prominentes.
Si bien la mayoría de las personas se recuperan bien de la neumonía, quienes tienen un alto riesgo (p. ej., quienes fuman o tienen diabetes) tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones a corto plazo.
Estas complicaciones incluyen:
- Un absceso pulmonar es una acumulación de pus (un líquido espeso que contiene bacterias, restos de tejido y células muertas que combaten las infecciones) en el pulmón infectado. La fiebre persistente y el dolor torácico pleurítico son síntomas comunes.
- El derrame paraneumónico ocurre cuando se desarrolla líquido entre el tejido pulmonar y el revestimiento interno de la pared torácica adyacente a la neumonía. El dolor pleurítico en el pecho y la tos con flema son síntomas comunes.
- El síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) ocurre cuando el líquido se acumula en los pulmones, impidiendo que el oxígeno llegue a los órganos vitales. Los síntomas incluyen dificultad para respirar grave y niveles bajos de oxígeno en sangre (hipoxemia).
- La sepsis ocurre cuando una infección, como la neumonía, ingresa al torrente sanguíneo y se propaga por todo el cuerpo. Se asocia con presión arterial baja, frecuencia cardíaca alta y piel cálida y enrojecida.
Síntomas crónicos
La neumonitis crónica se desarrolla cuando la neumonitis inicial no se detecta o no se trata.
Además de una tos seca persistente y dificultad para respirar, los síntomas de la neumonitis crónica pueden aparecer y desaparecer o desarrollarse lentamente durante meses o años.
Pueden incluir:
- Cansancio inusual
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso involuntaria
- Dedos en palillo de tambor (cuando el tejido debajo de las uñas se hincha, lo que hace que las uñas se abulten y se doblen hacia abajo)
Los casos graves o persistentes de neumonitis crónica pueden provocar fibrosis pulmonar, una afección asociada con cicatrices no reversibles (fibrosis) del tejido pulmonar.
Específicamente, esta cicatrización daña los sacos de aire (alvéolos) de los pulmones, que transfieren oxígeno al torrente sanguíneo. Los síntomas característicos son tos seca que empeora gradualmente, dificultad para respirar y fatiga.
Otras complicaciones de la neumonitis crónica incluyen insuficiencia cardíaca derecha, insuficiencia respiratoria y posiblemente la muerte.
Los síntomas de la neumonía crónica pueden incluir tos productiva, dolor en el pecho al respirar, dificultad para respirar, pérdida de apetito y pérdida de peso involuntaria.
Las posibles complicaciones a largo plazo de la neumonía incluyen un riesgo elevado de fibrosis pulmonar y enfermedades cardiovasculares (enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos).
¿Quién contrae neumonitis versus neumonía?
Ciertos factores aumentan las posibilidades de que una persona desarrolle neumonitis versus neumonía.
Factores de riesgo de neumonitis
Existen varias causas posibles de neumonitis, lo que significa que múltiples sustancias pueden irritar e inflamar los pulmones de una persona susceptible. Las sustancias que causan la inflamación ayudan a clasificar la neumonitis en diferentes tipos.
Estos tipos incluyen:
- El pulmón del aficionado a las aves se produce al inhalar proteínas específicas que se encuentran en las plumas y los excrementos de las aves.
- El pulmón de los jacuzzis es causado por la respiración de la bacteria Mycobacterium avium complex (MAC), que puede crecer en los jacuzzis.
- El pulmón del granjero se produce al respirar el moho que crece en el heno, la paja y los cereales.
- El pulmón del humidificador es causado por la inhalación del hongo que crece en humidificadores, aires acondicionados o sistemas de calefacción.
Más información: ¿Qué es la neumonitis por hipersensibilidad?
Otros tipos de neumonitis incluyen:
- La neumonitis por aspiración es causada por la inhalación de líquido ácido del estómago.
- La neumonitis inducida por fármacos es causada por la toma de ciertos medicamentos, como algunos tipos de quimioterapia, Cordarone/Pacerone (amiodarona) y el antibiótico Macrobid (nitrofurantoína).
- La neumonitis inducida por radiación es causada por la radiación dirigida al tórax (utilizada para tratar ciertos cánceres, como el de mama o el de pulmón).
La exposición a las sustancias mencionadas anteriormente (por ejemplo, trabajar en una granja, ser criador de aves o veterinario, o someterse a radiación en el pecho) aumenta el riesgo de que una persona desarrolle neumonitis.
Con la neumonitis por aspiración, el riesgo es alto en personas que están inconscientes, postradas en cama, tienen un trastorno por consumo de alcohol o tienen dificultades para tragar debido a afecciones como la enfermedad de Parkinson o un accidente cerebrovascular.
Factores de riesgo de neumonía
Los factores que aumentan el riesgo de que una persona padezca neumonía incluyen:
- Edad mayor o menor (mayores de 65 años o bebés y niños, de 2 años o menos)
- Tener un sistema inmunológico debilitado (p. ej., personas que están embarazadas, se han sometido a un trasplante de órgano o de médula ósea, o tienen diabetes o virus de inmunodeficiencia humana (VIH)/SIDA)
- Tener una enfermedad pulmonar subyacente como asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
Los factores del estilo de vida, como fumar cigarrillos o vivir en viviendas abarrotadas, como residencias de ancianos o cuarteles militares, también aumentan el riesgo de que una persona padezca neumonía.
Los factores de riesgo de la neumonía por aspiración son los mismos que los de la neumonitis por aspiración (p. ej., problemas para tragar), además de la enfermedad dental o de las encías.
Más información: Causas y factores de riesgo de la neumonía
Cómo aparece la neumonitis frente a la neumonía en las radiografías
En la mayoría de los casos, la neumonía se puede diagnosticar mediante una radiografía de tórax, mientras que la neumonitis requiere pruebas adicionales.
neumonitis
Con la neumonitis, la radiografía de tórax puede ser normal o mostrar nódulos (puntos densos), nódulos en vidrio esmerilado (puntos densos con halos que los rodean) o obstrucción de las vías respiratorias.
Si bien no es una lista exhaustiva, otras pruebas utilizadas para diagnosticar la neumonitis incluyen:
- Una tomografía computarizada de alta resolución (TCAR) crea una imagen tridimensional (3D) de los pulmones.
- Los análisis de sangre pueden detectar anticuerpos contra los antígenos culpables.
- Las pruebas de función pulmonar ayudan a determinar qué tan bien están funcionando los pulmones de una persona.
- Una biopsia de pulmón es cuando un patólogo extrae una muestra de tejido pulmonar y la examina bajo un microscopio.
Las características distintivas de la neumonía en una radiografía de tórax se denominan infiltrados. Estas manchas blancas indican que los alvéolos están llenos de pus. La acumulación de alvéolos llenos de pus crea un área visualmente más densa que el tejido pulmonar circundante; esta área se llama consolidación.
Ciertas complicaciones de la neumonía también se pueden observar en una radiografía de tórax. Por ejemplo, un absceso pulmonar, que puede ocurrir con neumonía por aspiración, aparece en una radiografía de tórax como una cavidad (espacio) irregularmente redonda con un componente tanto líquido como gaseoso.
Variaciones del tratamiento entre neumonitis y neumonía
El tratamiento de la neumonitis varía según el tipo, pero generalmente consiste en evitar el alérgeno o fármaco causante. A veces se recetan corticosteroides (medicamentos que calman el sistema inmunológico).
Para la neumonitis por aspiración, el cuidado pulmonar intensivo es vital para proteger los pulmones mientras sanan y prevenir una mayor aspiración. Las estrategias pueden incluir:
- Aspiración para eliminar líquidos/mucosidad en la nariz y la garganta.
- Colocar a una persona en un respirador (ventilación mecánica)
El tratamiento de la neumonía depende del germen que causa la infección. Se recetan antibióticos para las infecciones bacterianas, mientras que los medicamentos antimicóticos se recetan para las infecciones por hongos.
El plan de tratamiento para la neumonía también incluye descansar mucho, beber líquidos y controlar la fiebre.
Tenga en cuenta que, si bien la mayoría de los casos de neumonía se pueden tratar en casa, las formas graves o crónicas pueden requerir hospitalización para recibir oxigenoterapia y administración de medicamentos y líquidos por vía intravenosa (dentro de una vena).
Más información: Cómo se trata la neumonía
Prevención
No existe una forma definitiva de prevenir la neumonitis o la neumonía. Dicho esto, puedes tomar medidas para estar saludable y, con suerte, evitar estas afecciones.
Respecto a la neumonitis, puedes:
- Garantice la limpieza y el mantenimiento exhaustivos de jacuzzis, humidificadores, sistemas de calefacción y aires acondicionados.
- Repare de inmediato cualquier daño causado por agua dentro de su hogar o entorno de trabajo.
- Consulte a un proveedor de atención médica para chequeos regulares e informe cualquier síntoma de inmediato si tiene antecedentes de radiación o está tomando un medicamento potencialmente culpable.
Respecto a la neumonía, puedes:
- Lávese las manos con frecuencia y mantenga sus vacunas al día, especialmente la vacuna contra la neumonía, la vacuna contra el COVID-19 y la vacuna contra la gripe.
- Evite fumar y fortalezca su sistema inmunológico comiendo nutritivamente y manteniéndose activo.
- Bajo la guía de los proveedores de atención médica tratantes, controle las afecciones médicas subyacentes que lo ponen en riesgo, como el asma y la diabetes.
Más información: Cómo prevenir la neumonía
Resumen
La neumonitis es una inflamación pulmonar que puede ser causada por la exposición a sustancias naturales en el medio ambiente, ciertos medicamentos, radioterapia o aspiración (inhalación del contenido ácido del estómago).
Los síntomas comunes incluyen tos y dificultad para respirar, y el tratamiento depende del tipo de neumonitis (p. ej., evitar la sustancia/fármaco causante, los corticosteroides o el cuidado pulmonar agresivo).
La neumonía es una infección pulmonar causada por un germen que invade y daña el tejido pulmonar. La neumonía por aspiración es un tipo de neumonía bacteriana causada por la inhalación del contenido del estómago.
Los síntomas comunes incluyen tos que produce flema verde o amarilla y dificultad para respirar. Al igual que con la neumonitis, con la neumonía el tratamiento depende del tipo de neumonía que se tenga, por ejemplo, antibióticos para la neumonía bacteriana. El descanso y los líquidos también son componentes esenciales del plan de tratamiento.
Más información: Las cuatro etapas de la neumonía, desde los primeros síntomas hasta la recuperación
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