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¿Qué es la terapia cognitivo conductual?

La terapia cognitivo-conductual (TCC) enseña a las personas a desafiar los patrones de pensamiento negativos y recurrir con menos frecuencia a conductas inútiles. Estas estrategias pueden mejorar su estado de ánimo y la forma en que responde a situaciones desafiantes: un pinchazo, fechas límite inminentes, altibajos en la vida familiar.

Sin embargo, hay mucha más profundidad y matices en esta forma de psicoterapia bien investigada. Ha demostrado ser eficaz para tratar la ansiedad, la depresión y otras afecciones de salud mental. Las versiones adaptadas de la TCC también pueden ayudar a las personas a afrontar el insomnio, el dolor crónico y otras afecciones no psiquiátricas. Y puede ayudar a gestionar experiencias de vida difíciles, como el divorcio o los problemas de relación.

¿Cuáles son los componentes clave de la TCC?

Un aspecto importante de la TCC se relaciona con la perspectiva, dice la psicóloga Jennifer Burbridge, subdirectora del Programa de Terapia Cognitivo Conductual del Hospital General de Massachusetts, afiliado a Harvard.

"Los terapeutas que practican la TCC no ven los problemas o síntomas que la gente describe como si tuvieran una sola causa, sino más bien como una combinación de causas subyacentes", dice. Éstas incluyen

  • factores biológicos o genéticos
  • Problemas psicológicos (sus pensamientos, sensaciones físicas y comportamientos).
  • Factores sociales (su entorno y relaciones).

Cada uno de estos factores contribuye (y ayuda a mantener) los problemas problemáticos que podrían impulsarle a buscar terapia, explica.

¿Cómo describe la TCC nuestras emociones?

Nuestras emociones tienen tres componentes: pensamientos, sensaciones físicas y comportamientos.

"Los pensamientos son lo que nos decimos a nosotros mismos, o 'diálogo interno'", dice Burbridge. Las sensaciones físicas son las que observamos en nuestro cuerpo cuando vivimos una situación emocional: por ejemplo, cuando el ritmo cardíaco aumenta en circunstancias estresantes. Los comportamientos son simplemente las cosas que haces o no haces. Por ejemplo, la ansiedad puede impedirle asistir a un evento social.

Los tres componentes están interrelacionados y se influyen mutuamente. Es por eso que la TCC ayuda a las personas a desarrollar habilidades en cada una de ellas. "Considérelo como una clase de bienestar para su salud emocional", dice Burbridge.

¿Cuánto dura la TCC?

La TCC es una terapia a corto plazo orientada a objetivos. Por lo general, implica sesiones semanales de 50 minutos durante 12 a 16 semanas. La TCC intensiva puede condensar este programa en sesiones todos los días de la semana durante una a tres semanas.

¿La TCC es colaborativa?

"Cuando conozco a alguien por primera vez, escucho lo que le pasa y empiezo a pensar en diferentes estrategias que podría probar", dice Burbridge. Pero la TCC es un proceso colaborativo que implica tarea por parte del paciente.

¿Qué podría significar eso para ti? A menudo, una primera tarea implica el autocontrol, observando si hay ciertas cosas, eventos o momentos del día que desencadenan sus síntomas. Las sesiones futuras se centrarán en perfeccionar los enfoques para provocar un diálogo interno útil y adaptativo y resolver cualquier obstáculo que pueda impedir el progreso.

Ciertos patrones de pensamiento suelen estar asociados con la ansiedad o la depresión, dice Burbridge. Los terapeutas ayudan a las personas a reconocer estos patrones y luego trabajan con los pacientes para encontrar formas más amplias y flexibles de afrontar situaciones difíciles.

"Somos criaturas cognitivas con grandes lóbulos frontales que nos ayudan a analizar situaciones y resolver problemas. Eso es útil en algunas situaciones. Pero en otras ocasiones, cuando intentas controlar tus emociones, puede ser mejor hacer una pausa, reconocer y aceptar". su malestar", dice Burbridge.

¿Qué herramientas y estrategias de TCC pueden ayudar?

Esa habilidad particular (prestar atención en el momento presente sin juzgar ni estar atento) es una herramienta común de la TCC. Otra estrategia útil para la ansiedad, conocida como exposición o desensibilización, consiste en afrontar los miedos directamente.

"La gente evita cosas que la ponen nerviosa o asustada, lo que refuerza el miedo", dice Burbridge. Con pequeños pasos, poco a poco te expones a la aterradora situación. Cada paso brinda oportunidades de aprendizaje; por ejemplo, tal vez te des cuenta de que la situación no fue tan aterradora como pensabas.

Al probar cosas nuevas en lugar de evitarlas, comienzas a cambiar tus patrones de pensamiento. Estos patrones de pensamiento más adaptativos hacen que sea más probable que pruebes experiencias nuevas o desafiantes en el futuro, aumentando así tu confianza en ti mismo.

¿Cómo funciona la TCC?

La investigación de imágenes cerebrales sugiere que condiciones como la depresión o la ansiedad cambian los patrones de actividad en ciertas partes del cerebro. Una forma en que la TCC puede ayudar a abordar esto es modificando las vías nerviosas involucradas en las respuestas de miedo o estableciendo nuevas conexiones entre partes clave del cerebro.

Una revisión de 2022 se centró en 13 estudios de imágenes cerebrales de personas tratadas con TCC. El análisis sugirió que la TCC puede alterar la actividad en la corteza prefrontal (a menudo llamada "centro de la personalidad") y el precuneus (que participa en la memoria, integrando percepciones del entorno, imágenes mentales y respuesta al dolor).

¿Quién podría beneficiarse de la TCC?

La TCC es apropiada para personas de todas las edades. Esto puede abarcar desde niños de tan solo 3 años (en conjunto con sus padres o cuidadores) hasta octogenarios. Además de tratar la ansiedad y la depresión, la TCC también es eficaz para

  • trastornos de la alimentación
  • abuso de sustancias
  • Desorden de personalidad
  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

Evidencia adicional muestra que la TCC puede ayudar a personas con diferentes problemas de salud, incluido el síndrome del intestino irritable, el síndrome de fatiga crónica, la fibromialgia, el insomnio, las migrañas y otras afecciones de dolor crónico. La terapia también puede beneficiar a personas con cáncer, epilepsia, VIH, diabetes y enfermedades cardíacas.

"Muchas afecciones médicas pueden limitar sus actividades. La TCC puede ayudarlo a adaptarse a su diagnóstico, afrontar los nuevos desafíos y seguir viviendo una vida significativa, a pesar de las limitaciones", dice Burbridge.

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