Información Sanitaria Española

Hacer ejercicio en la mediana edad puede revertir años de inactividad

Hacer ejercicio en la mediana edad puede revertir años de inactividad
Hacer ejercicio en la mediana edad puede revertir años de inactividad. Proporcionado por la Tierra

A medida que nuestra población global envejece, la búsqueda de la longevidad a menudo se ve eclipsada por un objetivo igualmente importante: mantener una alta calidad de vida durante nuestros últimos años. Un nuevo estudio ofrece información prometedora sobre cómo el ejercicio en la mediana edad puede desempeñar un papel fundamental para lograr este objetivo.

La importancia del ejercicio en la mediana edad

Un equipo de investigación dirigido por expertos de la Universidad de Sydney llevó a cabo un estudio a largo plazo que siguió a más de 11.000 mujeres, proporcionando una gran cantidad de datos durante un período prolongado.

Sus hallazgos indican que el ejercicio constante durante la mediana edad (entre los 40 y los 50 años) está fuertemente asociado con mejores resultados de salud física en años posteriores, como una mayor fuerza, un menor riesgo de caídas y una mejor salud cardiovascular.

Es importante destacar que incluso las mujeres que no habían sido consistentemente activas en su juventud experimentaron beneficios significativos al adoptar una rutina de ejercicios a los 50 años. Estos beneficios resaltan el potencial de que los cambios positivos en el estilo de vida afecten nuestra trayectoria de salud más adelante en la vida.

"Nuestros hallazgos sugieren que para mantener una buena calidad de vida relacionada con la salud física alrededor de los 70 años, uno puede 'compensar' la falta de actividad anterior volviéndose activo a mediados de los 50", anotaron los investigadores.

Hallazgos sorprendentes del ejercicio en la mediana edad

Las mujeres que cumplieron consistentemente con las pautas de actividad física recomendadas (150 minutos de ejercicio de intensidad moderada, como caminar a paso ligero o andar en bicicleta por semana) durante aproximadamente 15 años obtuvieron puntuaciones significativamente más altas en las pruebas que midieron el funcionamiento físico en sus últimos años. Estas pruebas evalúan aspectos como el equilibrio, la fuerza y la capacidad para realizar tareas cotidianas.

El ejercicio en la mediana edad tiene el potencial de contrarrestar los impactos negativos para la salud de la inactividad previa. Los participantes que comenzaron a hacer ejercicio de manera constante a los 50 años lograron puntuaciones de salud física similares a las de aquellos que habían hecho ejercicio regularmente durante toda su vida adulta. Esto sugiere que nunca es demasiado tarde para realizar cambios que puedan beneficiar su salud.

"Este hallazgo respalda las iniciativas de salud pública para enviar mensajes sobre 'hacer retroceder el tiempo' en la mediana edad mediante cambios en el estilo de vida, como la actividad física", explicó el autor principal del estudio, Binh Nguyen. Esto significa que, a pesar de algunas decisiones anteriores menos saludables, hacer cambios positivos en la mediana edad puede tener un impacto profundo en su bienestar futuro.

Beneficios del ejercicio en la mediana edad y más allá

La actividad física regular juega un papel crucial en la lucha contra los riesgos para la salud relacionados con la edad, como:

Osteoporosis

La actividad física regular, especialmente los ejercicios con pesas como caminar, correr o hacer entrenamiento de fuerza, ayuda a desarrollar y mantener la densidad ósea. Los huesos más fuertes tienen menos probabilidades de fracturarse, lo que reduce el riesgo de osteoporosis, una afección caracterizada por huesos frágiles y quebradizos.

Enfermedad cardiovascular

El ejercicio fortalece el músculo cardíaco, mejora el flujo sanguíneo y ayuda a regular la presión arterial. Estos beneficios del ejercicio pueden reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y otras afecciones cardiovasculares en la mediana edad.

Deterioro cognitivo

La actividad física aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, lo que puede ayudar a proteger la función cognitiva y la memoria. Los estudios sugieren que el ejercicio puede incluso reducir el riesgo de desarrollar demencia.

Al mejorar la fuerza muscular, la aptitud cardiovascular, la flexibilidad y el equilibrio, el ejercicio ayuda a mantener nuestra capacidad para realizar las actividades cotidianas de forma independiente a medida que envejecemos. Esto se traduce en una mejor calidad de vida y una mayor autosuficiencia.

Recomendaciones y consideraciones

La investigación sugiere las siguientes medidas:

Apunta a la coherencia

El estudio enfatiza que para obtener los máximos beneficios del ejercicio se requiere un compromiso a largo plazo. Los estallidos esporádicos de actividad, si bien son útiles, pueden no proporcionar el mismo nivel de protección contra el deterioro de la salud relacionado con la edad.

Trate de incorporar ejercicio de intensidad moderada a su rutina la mayoría de los días de la semana, esforzándose por realizar al menos 150 minutos en total durante la semana.

Elige lo que te guste

Encontrar actividades que realmente disfrutes hará que el ejercicio sea más sostenible a largo plazo. No se sienta limitado a los entrenamientos tradicionales del gimnasio.

Explore diferentes opciones como caminar a paso ligero, nadar, bailar, hacer jardinería o incluso realizar tareas domésticas activas. La variedad puede ayudar a mantener fresca su rutina y evitar el aburrimiento.

Antes de emprender un nuevo programa de ejercicios, es fundamental consultar a su médico. Pueden evaluar su estado de salud actual, identificar cualquier riesgo potencial y ayudarlo a diseñar un plan de ejercicios que sea seguro y apropiado para sus necesidades individuales.

Esto es especialmente crucial si tiene algún problema de salud existente. Su médico puede recomendarle tipos específicos de ejercicio o ajustes para garantizar que tenga una experiencia positiva.

"Combinado con la evidencia existente, este estudio contribuye a la creciente evidencia de los beneficios de mantener o adoptar un estilo de vida activo en la mediana edad", concluyeron los investigadores.

Este estudio subraya el profundo impacto que nuestras decisiones pueden tener en nuestro bienestar futuro. La mediana edad ofrece una valiosa ventana de oportunidad para invertir en nuestra salud a largo plazo a través del ejercicio.

El estudio se publica en la revista PLOS Medicine .

-----

Visítenos en EarthSnap, una aplicación gratuita presentada por Eric Ralls y Earth.com.

-----