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21 estrategias para repensar la alimentación, la dieta y la salud

Comer y mantener un peso saludable no siempre es tan fácil para todos nosotros. Cuando comemos en respuesta a nuestras emociones, nuestra salud se ve afectada como resultado. Algunas personas hacen todas las "cosas correctas" pero el metabolismo o los antojos se interponen en su camino, pero todavía hay cosas que podemos controlar para mejorar nuestra relación entre alimentación y salud.

Comer conscientemente

Observe los colores, texturas y aromas de su comida. Mastica lentamente, reconociendo los sabores y cómo te hacen sentir. Esta práctica puede profundizar tu aprecio por las comidas y ayudarte a sintonizar las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo.

Lleve un diario de alimentos

Esto puede revelar patrones, como comer emocionalmente o comer refrigerios sin sentido, y guiarlo hacia una elección de alimentos más consciente.

Prepara el escenario para comer

Despeje el desorden, ponga la mesa y tal vez incluso encienda una vela. Al tratar cada comida como un evento, honras el acto de comer y puedes evitar más fácilmente las distracciones que te llevan a comer en exceso.

Explora nuevos sabores

Cada nuevo sabor es una aventura, una oportunidad para aprender sobre diferentes culturas y métodos de cocina. Esta exploración puede convertir las comidas en experiencias emocionantes en lugar de necesidades rutinarias.

cocinar más

Hay algo profundamente satisfactorio en preparar tus propias comidas. Seleccionar ingredientes, experimentar con recetas y disfrutar los frutos de su trabajo puede forjar una conexión más fuerte con su comida. Además, te da control sobre lo que entra a tu cuerpo.

Entender los antojos

Los antojos pueden ser emocionales, físicos o una combinación de ambos. Al comprenderlos, puede abordar la causa raíz (deficiencia nutricional, estrés o aburrimiento) en lugar de solo el síntoma.

Practica la gratitud

Antes de comer, tómate un momento para expresar gratitud por tu comida. Considere el recorrido que recorrió su comida hasta llegar a su plato. Este simple acto puede fomentar un sentido de conexión y respeto por los alimentos, el medio ambiente y las personas involucradas en su producción.

Practica la gratitud
Practica la gratitud. Proporcionado por Morning Carpool

Hidrátate sabiamente

A veces, nuestro cuerpo confunde la sed con el hambre. Adquiera el hábito de beber agua durante todo el día. Mantenerse bien hidratado puede ayudarle a discernir mejor entre el hambre y la sed, lo que le permitirá tomar decisiones alimentarias más conscientes.

Planifica tus comidas

Tomarse el tiempo para planificar sus comidas puede aliviar el estrés de las decisiones de último momento y reducir la alimentación impulsiva. La planificación también permite asegurar una dieta equilibrada, dejando espacio para las golosinas con moderación, lo que puede conducir a una relación más relajada con la comida.

Comida social

Comer es una actividad comunitaria en muchas culturas por una razón. Compartir comidas con otras personas puede mejorar su disfrute de la comida y alentarlo a comer más lentamente, entablar una conversación y saborear cada bocado.

Escuche a su cuerpo

Come cuando tengas hambre y para cuando estés satisfecho, no lleno. Esta autoconciencia puede ayudarle a liberarse del ciclo de comer en exceso y hacer dieta restrictiva.

Alegría en el movimiento

La actividad física puede mejorar su estado de ánimo y sus niveles de energía, lo que impacta positivamente en sus elecciones de alimentos. Encuentre una actividad que disfrute y permita que complemente su camino hacia una relación más saludable con la comida, en lugar de verla como un castigo por comer.

Alegría en el movimiento
Alegría en el movimiento. Proporcionado por Morning Carpool

Equilibrio nutricional

En lugar de categorizar los alimentos como “buenos” o “malos”, busque equilibrio y variedad en su dieta. Este enfoque permite flexibilidad y disfrute, reduciendo las posibilidades de darse atracones de alimentos prohibidos.

Desafía las reglas alimentarias

Reequilibre y realinee sus creencias profundamente arraigadas sobre la comida. Permitirse comer todos los alimentos sin sentirse culpable puede conducir a una actitud más equilibrada y menos ansiosa a la hora de comer.

Desafía las reglas alimentarias
Desafía las reglas alimentarias. Proporcionado por Morning Carpool

Celebre pequeñas victorias

Reconoce y celebra los pequeños cambios que realizas en tu relación con la comida. Ya sea probando una verdura nueva o escuchando tus señales de hambre, estas victorias pueden motivarte a continuar en tu camino.

Tu filosofía alimentaria

Reflexiona sobre lo que significa la comida para ti y qué tipo de relación quieres tener con ella. Esta filosofía personal puede guiar sus elecciones y ayudarlo a mantenerse fiel a sus objetivos. Deja de buscar señales externas para comer y mira hacia adentro lo que tu cuerpo está tratando de decirte.

Edúcate tu mismo

Aprenda sobre nutrición, pero también sobre los aspectos culturales y emocionales de la comida. Comprender el contexto más amplio puede enriquecer su experiencia gastronómica e informar sus elecciones. Descubra cómo los fracasos repetidos en la dieta conducen a una baja autoestima y depresión.

Abraza la imperfección

Acepta que tus hábitos alimenticios no serán perfectos. Los errores son parte del viaje y pueden ser oportunidades de aprendizaje. Esta mentalidad puede aliviar la presión y hacer que su relación con la comida sea más indulgente y placentera.

buscar apoyo

Ya sea de amigos, familiares o profesionales, el apoyo puede ser crucial para transformar su relación con la comida. Compartir sus experiencias y luchas puede brindarle consuelo y orientación.

buscar apoyo
Busque apoyo. Proporcionado por Morning Carpool

Alternativas a la alimentación emocional

Identifique actividades que le brinden alegría y consuelo y que no estén relacionadas con la comida. Ya sea leer, dar un paseo o llamar a un amigo, tener alternativas puede ayudarte a afrontar las emociones sin recurrir a la comida.

Reflexionar y ajustar

Reflexiona periódicamente sobre tu relación con la comida y ajusta tus estrategias según sea necesario. Sus necesidades y circunstancias cambiarán, al igual que su forma de comer. Esta flexibilidad puede ayudarle a mantener una relación saludable con la comida a largo plazo.