1. Recuerda que no se trata de ti.
Es fácil tomar las cosas como algo personal, especialmente cuando el comportamiento de alguien parece dirigido a usted. Pero recuerde, las personas difíciles a menudo se portan mal debido a sus propios problemas e inseguridades. Da un paso atrás y recuerda que su comportamiento no es un reflejo de tu valor.
2. Establezca límites saludables.
No tengas miedo de decir que no o alejarte de una conversación que se está volviendo tóxica. Está bien proteger su propia energía y bienestar. Establezca límites claros con la persona difícil y comuníqueselos con firmeza pero cortésmente, aconseja Psych Central.
3. Practica la escucha activa.
A veces, la gente simplemente necesita ser escuchada. Préstales toda tu atención, escúchalos sin interrumpirlos y trata de comprender su perspectiva. Esto no significa que tengas que estar de acuerdo con ellos, pero puede ayudar a aliviar una situación tensa.
4. Elige sabiamente tus batallas.
No todo desacuerdo tiene que convertirse en una pelea. Pregúntese si realmente vale la pena enojarse por el problema. Si es algo menor, considera dejarlo pasar. Guarde su energía para las cosas que realmente importan.
5. No te rebajes a su nivel.
Responder con ira o negatividad sólo alimentará el fuego. Respire profundamente, mantenga la calma y responda de manera respetuosa. Recuerde, no puede controlar su comportamiento, pero puede controlar el suyo propio.
6. Encuentre puntos en común.
Incluso si no estás de acuerdo en muchas cosas, intenta encontrar áreas en las que puedas conectarte. Esto puede ayudar a establecer una buena relación y hacer que las interacciones futuras sean más fluidas. Tal vez ambos amen un determinado equipo deportivo, compartan un pasatiempo o disfruten del mismo tipo de comida.
7. Utilice el humor para calmar la tensión.
Una broma en el momento oportuno o un comentario alegre a veces pueden romper el hielo y aliviar la tensión. El humor puede ser una herramienta poderosa para disipar situaciones difíciles y hacer que las interacciones sean más placenteras.
8. Obtenga apoyo y aliento de otras personas.
No dude en hablar con un amigo, familiar o terapeuta de confianza sobre sus experiencias. Compartir tus frustraciones con alguien que se preocupa puede ayudarte a procesar tus emociones y obtener una perspectiva valiosa.
9. Céntrese en las soluciones, no en la culpa.
En lugar de insistir en el problema o tratar de culpar a otros, cambie su enfoque hacia la búsqueda de soluciones. Colabore con la persona difícil para pensar en posibles formas de resolver el problema. Esto puede ayudar a convertir una situación negativa en productiva.
10. No esperes que cambien de la noche a la mañana.
Las personas no cambian fácilmente y no es realista esperar que alguien transforme completamente su comportamiento de la noche a la mañana. Sea paciente y coherente en su enfoque. Puede que requiera tiempo y esfuerzo, pero su influencia positiva eventualmente puede marcar la diferencia.
11. Sepa cuándo alejarse.
Si una situación se vuelve demasiado tóxica o agotadora, está bien alejarse. No tienes que tolerar el abuso o la negatividad. A veces, lo mejor que puedes hacer por tu propio bienestar es distanciarte de la persona difícil.
12. Cuídate.
Tratar con personas difíciles puede resultar emocionalmente agotador. Asegúrate de priorizar el cuidado personal. Duerma lo suficiente, coma alimentos nutritivos, haga ejercicio con regularidad y realice actividades que le brinden alegría. Una mente y un cuerpo sanos están mejor equipados para afrontar situaciones desafiantes.
13. Aprenda de la experiencia.
Cada interacción con una persona difícil es una oportunidad de crecimiento, señala BetterUp. Reflexiona sobre lo que has aprendido de la experiencia. ¿Qué podrías haber hecho diferente? ¿Cómo puedes manejar mejor situaciones similares en el futuro? Al aprender de sus interacciones, podrá volverse más resiliente y estar mejor equipado para tratar con personas difíciles.
14. Recuerda, no estás solo.
Todo el mundo se encuentra con personas difíciles en algún momento de su vida. No tengas miedo de buscar el apoyo de los demás. Habla con un amigo, familiar o terapeuta de confianza sobre tus experiencias. Pueden ofrecerle un oído atento, brindarle valiosos consejos y recordarle que no está solo en esto.
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